Cita del dia

He aquì el ojo de Jehovà sobre los que le temen,
sobre los que esperan en su misericordia. [Salmos 33:18].

sábado, 29 de enero de 2011

idolatria espiritual



Salmo 115:4-8 “Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos”.

Romanos 1:21-22 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios”.

Literalmente la biblia nos habla de la idolatría como exaltación, alabanza, y adoración a imágenes de oro y plata, barro bronce etc. Podemos observar otro significado que se le da a la idolatría: Persona o cosa amada o admirada con exaltación. Muchas veces de los casos pensamos que solo la exaltación otros dioses fuera de Jehová la llamamos idolatría. Espiritualmente hablando la idolatría es también darle prioridad a otras cosas antes que a nuestro Dios, por ejemplo: en lo personal me toco que para sentirme bien, veía mucha televisión, hasta llegue a comprar una televisión de 50” eso me ahorrillo a estar sujeto a el televisor todos los días a todas horas, sin darme cuenta, ya estaba cayendo en un error que era la idolatría. Nos acostumbramos a las cosas porque nos hacen sentir bien por un momento pero al momento de querer alejarnos de ellas se nos dificulta, porque estamos sujetas a tales cosas antes que a nuestro Dios.
Dios en su infinita misericordia me mostro lo mal que estaba en ese aspecto.
En varias ocasiones escuché a un predicador exhortar acerca del tema y él decía que la idolatría es “la madre de todos los pecados”. Ciertamente cuando en el corazón del hombre no hay temor hacia su creador, comete cualquier clase de pecado.

Estar firmes


Que tan dispuesto estas en seguir la voluntad de Dios, su palabra nos dice no se turbe vuestro corazón creed que yo he vencido al mundo. Cuantas veces nos pasa que estamos en una reunión de amigos y que negamos nuestra fe, por solo socializar y quedar bien con el compañero, o simplemente no llevamos una vida recta conforme a la voluntad de Dios

Cuantos están dispuestos a pagar el precio, Debemos tener firmes nuestras convicciones y tener en razón que cosas son las que queremos para nuestra vida. Dios es un Dios bueno y no desampara al contrito de corazón.

Así que te animo a que te unas en sabiduría, inteligencia, amor, perdón, dominio propio y decidas ser una mejor persona para nuestro Dios.

miércoles, 26 de enero de 2011

El arte del buen vivir


Dí: “Señor, esta semana que me has dado voy a dar lo mejor de mí”. ¿Cuántos vamos a ser personas que vivan con esa pasión de vida? Dile: “Hazme Señor una persona apasionada, que aprecie el buen vivir. ¿Cuántos creen que a vivir bien se aprende? ¿Sí o no? ¿Cuántos quieren aprender a vivir bien? ¿Cuántos quieren vivir expectantes de lo que Dios quiere para su vida? ¿Cuántos la llevan en el corazón? El tiene cosas que tus ojos no las pueden ver. No veas las circunstancias, aprende a ver con los ojos de la fe. Dile: “Señor, hazme una persona de fe. Amén”.

¿Cuántos creen que podemos aprender de nuevo a vivir bien? ¿Qué es vivir bien? Si lo analizamos del lado económico, podemos decir que es ir de vacaciones a un paraíso, un buen hotel, suite con jacuzzi, vista al mar, buena comida, buen entretenimiento, etc. Parte del buen vivir económicamente puede ser que tengas la casa de tus sueños. Aquella casa linda, acogedora; un lugar donde vas a hacer tu hogar, tendrás los mejores recuerdos con tus hijos y las convivencias que más pueden llenar tu corazón. Te voy a desafiar hoy: ¿Qué tal que tú también puedas ver en el hogar que anhelas parqueados carros de lujo, uno para ti, uno para tu esposa, uno para cada hijo y uno de repuesto? ¿Qué tal acumular suficientes activos para darte unas vacaciones de un año? Todo está en tu mente. Repite: “Todo está en mi mente”. Tú eres reflejo de tus pensamientos. La Biblia dice que todo le es posible a aquel que cree. Si no empiezas creyéndolo, difícilmente lo vas a ver. Tienes que ser un hombre de fe que piense en locuras. Creer por cosas que no sabes cómo o con quién ocurrirán. Tienes que concebirlo en tu mente. Nada sucede si no lo has concebido en tus pensamientos. Parte del buen vivir es llenar tu mente de buenos pensamientos, sueños, ideas.

¿Qué hay en tu mente? Si me metiera en tu mente, sabría con quién te relacionas, qué haces. Tú eres reflejo de tus amistades. Nosotros que servimos al Señor, sería buenísimo tener un año de vacaciones para servirlo a El. Pensando en el área de relaciones, ¿cuántos creen que tener buenos amigos en la vida, vale la pena? Tener amistades que no estén interesadas en lo que tú puedas tener, sino que anhelen el éxito de tu vida, que deseen tu bien. ¿Cuántos anhelan amigos así? Pero debemos empezar nosotros a ser uno. Si te enfocas en hacer que una persona tenga éxito, ¿qué crees que pasará en tu vida? El arte de un buen vivir es ser una persona exitosa. Pero, ¿qué define el éxito? Eso depende de cómo cada quien lo quiera definir. Dios quiere darnos éxito en todo. Que tal, por ejemplo, en el área de las relaciones, tener un buen matrimonio. Los mejores matrimonios no son los que no se pelean, sino los que a pesar de los problemas, han sabido superarlos y llegan a ser matrimonios agradables a Dios. Por ejemplo, ¿qué tal criar hijos espiritualmente armados, preparados para recorrer lo que llamamos vida?

Te voy a contar un testimonio: Mi esposa y yo no podíamos tener hijos. Pasamos varios años tratando, nos sometimos a varios tratamientos y nada. Pero un día recibimos la Palabra. Estaba el pastor predicando en la Academia, y el Señor le dijo “hay una persona que le ha estado pidiendo algo al Señor, y hoy es la noche que lo recibirá. María Victoria, dice el Señor que tendrás un hijo y le pondrás por nombre Samuel, porque a Jehová se los has pedido. Mi esposa quedó embarazada y ahora tenemos dos hermosos hijos productos de la fe, porque nunca dejamos de creer”. Aún el médico cuando le hizo cesárea a mi esposa, no sabía esto. Ella le contó que llevábamos cuatro años intentándolo. El médico quedó sorprendido que ella pudiera concebir. Nos dieron la promesa de Samuel, pero primero nació Victoria. Al poco tiempo del primer nacimiento, mi esposa quedó embarazada.

El médico quedó sorprendido que mi esposa estuviera embarazada de nuevo. Al ver esto, nos dice: “Les quiero comentar algo: María Victoria tiene un caso de endometrosis severa, he tratado casos menos severos que este y no he tenido los mismos resultados, definitivamente, este es un milagro”. ¡El es un Dios milagroso!

Hoy te vengo a desafiar por un buen vivir para tu vida, llévalo en tu corazón, concíbelo en tu mente, decláralo, créelo con todo tu corazón. Yo le estoy creyendo a Dios por un tercer hijo y aunque no me lo creas, me lo profetizaron ya. Para el congreso de Ensancha, el profeta me dio Palabra, me dijo que tendremos otra hija y se llamará Sara. Esa mañana mi esposa había orado por el nombre de nuestra tercera hija. ¿Cuántos anhelan tener hijos llenos del Señor? Tienes una oportunidad muy grande en tus hijos. Lo que llevas se lo puedes transmitir, que desde niños reconozcan la Presencia del Señor. Hace dos días, llegué a mi casa y mi hijo se había golpeado su pierna, le pregunté cómo estaba y me dijo que Jesús ya lo había sanado. Si Dios ha hecho esto por mí, El lo hará por ti. Lo único que necesitas es: FE.

Independientemente de cómo quieran definir el buen vivir, ¿cuántos creen que Dios quiere que sean hombres y mujeres exitosos? No sin problemas. El único que no tiene problemas es el que ya murió. Y en nosotros como hijos de Dios, no empieza cuando morimos, sino en el momento que recibimos al Señor como nuestro Señor y Salvador. No creas que todas las bendiciones de Dios son cuando llegues al cielo, él quiere bendecirte aquí en la tierra. Tienes que creer que es aquí donde Dios te quiere bendecir. Di conmigo: “El momento es hoy. Lo que tengo es hoy. El pasado terminó anoche, el futuro no existe, tengo HOY”. Vive cada día apasionadamente, expectante. ¿Quién te ha garantizado a ti que estarás mañana? Que triste sería que esa falta de fe no la podamos superar porque creemos que nos queda mucho tiempo. Y Dios se mueve en la gente que tiene ánimo, no en la gente triste o enojada. La mayoría de las personas cuando tiene problemas, se pone a llorar; dice: “Señor, ayúdame, ya no puedo más”. Pero tienes que tomar la decisión de ser una persona feliz, gozosa porque así siempre te va a bendecir Dios.

¿Cuántos creen que el cuerpo es templo del Espíritu Santo? ¿Cuántos hacen ejercicio? Eso es bueno, te hace sentir mejor, hay que cuidar el cuerpo.

Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes y hagas conforme a lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

¿Quiénes quieren que todo les salga bien? Esto es una consecuencia de meditar en la Palabra de Dios de día y de noche. ¿Cuántos creen que sólo el Señor nos guarda? No salgas de tu hogar sin darle al Señor tu día. Qué tal si te levantas animado, haces ejercicio, te bañas, oras al Señor, declaras que el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida. Dile: “Señor, hoy declaro que será el mejor día de mi vida”. ¿Estás provocando que Dios haga algo? ¿Cuántos creen que sus palabras tienen poder?

Yo recibí al Señor hace diez años. Hace tres semanas, mi madre estuvo por primera vez en el grupo de estudio bíblico, después de diez años. Pero el Señor es fiel, dice: “Tú y tu casa serán salvos”. Que mi mamá estuviera ahí, fue reflejo de no quitar mi vista de la fe. Tu familia será salva a través de la fe que tú lleves.

Salmo 1:1-3 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

¿Quieres que tus manos sean prósperas en todo lo que hagas? Lo único que necesitas es creerlo, buscar a tu Señor de día y de noche.

Juan 3:2 Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y tengas salud, así como prospera tu alma.

¿Qué quiere decir que mi alma prospere? Que yo crezca en el Señor. Alguien que medita de día y de noche es alguien que está creciendo en El, como un amigo. Yo a veces tengo reuniones, y voy al baño a orar, porque sé que Dios cambia la atmósfera al estar en comunión con El. ¿Cuántos quieren que la instrucción de Dios llegue a sus vidas en todas las áreas de su vida? Dios quiere darle propósito a tu vida, eso viene de Dios. Quienes logran tener el propósito en su vida son los que buscan a Dios. El ha preparado planes para nosotros. Repite: “propósito”. El propósito es parte del buen vivir. Los que logran el buen vivir son los que saben a dónde van, los que se acercan a ello. Como Pablo decía: He terminado la carrera.

Ese arte del buen vivir es algo que Dios te quiere dar. Yo le he puesto: el arte de la sabiduría es un reflejo de ser una persona sabia. Hay dos cosas importantes: la sabiduría es a menudo lo opuesto a nuestra naturaleza. Por ejemplo, dice la Palabra que el que quiera ser el mayor, debe ser el menor. La Biblia te enseña una manera distinta a la que tu mente pueda concebir. El que quiera ganar su vida, la perderá. Cuando alguien te habla ásperamente, no pueden darte una sonrisa, tal vez uno puede concebir en la mente “ahorita me puedo desquitar”, pero la Biblia te dice que la respuesta tiene que ser blanda.

Proverbios 15:1 La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor. Este versículo está hablando de nosotros. Parte del buen vivir es aprender a controlar tus emociones. La ira, el enojo, el temor, la tristeza. La Biblia nos habla del dominio propio y es no dejar que tus emociones dominen tus decisiones. Di: “Señor, ayúdame a dominar mis emociones”. ¿Cuántos creen que la sabiduría requiere esfuerzo? Claro que sí. El cambiar nuestra manera de pensar, requiere esfuerzo. Las cosas de escaso valor flotan en la superficie, pero para encontrar perlas, hay que profundizar.

¿Cuántos quieren recibir pasión hoy? ¿Cuántos quieren salir de este lugar con una fe más grande que la que alguna vez han tenido? ¿Cuántos quieren salir de este lugar pidiéndole al Señor que le dé propósito a tu vida? ¿Cuántos anhelan saber que lograron el sueño de Dios en su vida? ¿Cuántos quieren llevar una vida balanceada?

Di: “Señor, te pido ser una persona balanceada, entera, próspera en todo lo que haga. Yo declaro propósito a mi vida, salud, finanzas, relaciones que bendigan mi vida. Relaciones que me lleven al propósito tuyo. Señor, en esta noche vengo a declarar que seré una persona que goce de tiempo recreativo. Señor, dame ese balance. Llévame, Señor, a la cumbre que has tenido para mi vida. Hoy declaro tener mi mente llena de buenos pensamientos. Declaro ser una persona segura de mí misma. Declaro que tomaré los desafíos, los retos, la adversidad con la mejor actitud que lleve dentro. Hablaré palabras de vida y no de muerte, de salud y no de enfermedad, de riqueza y no de pobreza, de bendición y no de maldición. Lo declaro en el nombre poderoso de Jesús”.

El arte de un buen vivir

El saber perdonar

Primero: Perdona las veces que sea necesario
En Mateo 18:21-22 encontramos la clave: Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Significa que si la ofensa aún te molesta debes continuar perdonándola hasta que ya no te afecte. Aunque la ofensa haya sido una sola vez, si la guardas en tu corazón deberás perdonarla cuantas veces la recuerdes y te sientas ofendido de nuevo. Hay personas que se ponen histéricas cuando las ofenden e históricas recordándola. Olvida las ofensas porque guardar rencor solamente hiere tu corazón y te obliga a practicar una y otra vez el perdón hacia tu ofensor. Hay personas que nunca logran perdonar a sus padres y justifican sus acciones con lo negativo que recibieron de ellos. Una persona tal vez ya va por la cuarta relación sentimental y continúa guardando rencor por la ofensa que recibió de su primera pareja. Dios tira tus pecados al fondo del mar y no los recuerda más. Olvida las ofensas y sana tu corazón.

La falta de perdón provoca enfermedad e insomnio. No duermes porque estás inquieto, das vueltas en la cama y haces mil cosas, piensas tanto en el asunto que al final se agrava, y aquella ofensa que pudo ser pequeña se vuelve del tamaño del mundo. La Biblia dice que la falta de perdón es carcoma de los huesos. Las personas resentidas no tienen vitalidad, están siempre de mal humor y hasta deprimidas. Aprende a perdonar y vive feliz. Así como el perdón atrae al Espíritu Santo, el resentimiento atrae al diablo, evítalo. El Padre nos perdonará en la medida que perdonemos. Con esa promesa, vale la pena olvidar de todo corazón los resentimientos.

Aprende a vivir en salud espiritual. Durante un viaje de dos días en carro con mi familia, me hice una herida en la rodilla derecha. Al final del primer día, después de catorce horas de manejar, observé que apoyaba la rodilla en la base de la palanca de velocidades, lo que provocó un roce que me lastimó y se convirtió en una llaga. Esa noche me unté una pomada y la herida comenzó a sanar. Al siguiente día, cada vez que, sin darme cuenta, quería apoyar la rodilla en el mismo sitio, el dolor me recordaba que no debía hacerlo. Así es el Espíritu Santo que como un ungüento sana tus heridas, pero debes aprender una nueva disciplina de vida para no seguir lastimándote. Cambia tu mentalidad y mejora tu resistencia a las ofensas. Si te ofendes por las mismas razones, tus heridas nunca sanarán. Aprende a olvidar el tipo de ofensas que te lastiman y El Señor te dará paz.

Segundo: El valor de la palabra
En Mateo 18:15-20 leemos: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Cuando estés ofendido comunícate hablando con el ofensor. El silencio es otra forma de comunicación, pero no es la mejor. Envía un mensaje de rechazo, orgullo y negación a buscar soluciones. Un hombre me dijo: “Hace 10 años me casé con la mujer de mi vida y hace 5 me divorcié. Cada vez que discutíamos me callaba, hasta que un día exploté y tuvimos que separarnos”. Si algo te molesta exprésalo, no esperes a que se rebalse el vaso de tu tolerancia. Recuerda que la Biblia dice “La blanda respuesta aplaca la ira”.

Con mi esposa Debbie discutimos una noche, nuestra cama “king size” se convirtió en “ring size”. No lográbamos ponernos de acuerdo, así que molesto le di la espalda. Ella vio mi actitud, y contrario a lo que yo esperaba, reaccionó igual. Creemos que sembrando rechazo cosecharemos atención, y no es así. Por supuesto yo no podía dormir. El Señor habló a mi corazón y dijo: “puedes tener la razón y perder la relación”. En ese momento comprendí lo tonto que fui intentando ser inteligente. Si al empeñarte en tener la razón pierdes a la persona que amas, tu lucha no tiene sentido. Dios dice: “no se ponga el sol sobre tu enojo”. Si le das de esa forma la bienvenida al diablo en tu matrimonio, luego no te quejes de las cosas malas que puedan suceder. Así que me di la vuelta y la abracé, le pedí perdón y nos reconciliamos. Desde esa noche adoptamos el principio de nunca dormirnos molestos. Gracias a Dios no he dormido en el sofá, ni Debbie en casa de su mamá, ni mi suegra con nosotros. Siempre hemos resuelto nuestras diferencias.

El Señor Jesús te motiva a buscar ayuda cuando creas que no puedes resolver tus conflictos con quienes te ofenden. Pide consejo a personas sabias y pacíficas, no a quienes solamente echarán leña al fuego. No busques quién te de la razón, sino a alguien que te ayude a encontrar y dar perdón. Habla con la persona que te ha ofendido y desahógate buscando la reconciliación y acuerdo entre ambos. Al Señor le agrada tanto que busques esos momentos que lo que pidas te lo dará.

Tercero: Madurez espiritual

Proverbios 19:11 nos dice: La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.

Las personas se vuelven honrosas cuando dejan de sentirse ofendidas. Conocí a una señora que sufrió el secuestro de su amada hija. Los criminales se la llevaron por equivocación y al darse cuenta de su error le quitaron la vida y escondieron el cuerpo. Le costó años de búsqueda encontrar los restos y sepultarlos. Durante el juicio a los secuestradores, ella públicamente les perdonó de todo corazón. Su decisión fue difícil pero sabia, y para explicar su actitud dijo: “si ya me quitaron la vida de mi hija, no permitiré que por la amargura también se lleven la mía”.

Debes crecer, no puedes sentirte ofendido toda tu vida por las mismas razones. Recibir ofensas es inevitable y perdonar también. No puedes evitar que llueva, pero puedes evitar mojarte. Si estás bajo una tormenta, cúbrete o aléjate de ella, protégete con el escudo de la fe. Recuerda que delante del trono de Dios, tan mal hace el ofensor como el ofendido que no perdona. No seas de aquellos que justifican su amargura en el pecado de otro. Para bailar se necesitan dos. Es un mandato no ofender, pero también lo es perdonar, por lo tanto ofender y no perdonar son igualmente pecados.

La Biblia dice que si alguien te hiere en una mejilla debes poner la otra; si alguien te obliga a caminar una milla ve con él dos; si alguien te quita la capa también debes darle la túnica; si te ofenden las palabras hirientes e insultos, responde con bendición; si te persiguen y humillan por la fe, gózate porque tu galardón es grande en los cielos. La madurez espiritual no es la que consigues cuando no te ofenden, sino la que obtienes cuando ya no te afectan las ofensas. En 1 Pedro 3:13 dice: ¿Quién es aquél que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Obra bien y no sentirás enojo o resentimiento.

El Señor en Isaías 43:25 dijo: Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados. No esperes que otros te amen o respeten, primero ámate y cuídate; por amor a ti mismo perdona, olvida y no dejes que el rencor te quite la paz. Crece para que ya no te ofendan las mismas cosas. Jesús también te ofrece su perdón si le abres tu corazón. Él te perdonará y te ayudará a perdonar.

miércoles, 19 de enero de 2011

El balance de la vida


El balance de la vida.
Tenemos que romper la idea de que la vida se supone que tiene que ser un evento emocionante, uno tras otro. Cuando no vemos el significado real de la vida, caemos en un error y presionamos a nuestros líderes y a nuestros semejantes, caemos en una adicción emocional y si nuestros líderes no toman una actitud en sabiduría caemos todos en un error emocional....

NO NESECITAMOS BUSCAR COSAS EMOCIONANTES TODO EL TIEMPO, tener gozo de una hilaridad extrema o una calma deleitosa y creo que necesitamos tener gozo en una calma deleitosa a esto me refiero con adoptar una actitud en balance...

Gran parte de las veces pensamos que el estar arriba es el sentido verdadero de la vida, pero cuando estamos arriba nos cansamos y nos volvemos abajo, esperábamos que todos los días serian explosivos y emocionantes, cuando en realidad hay días en lo que no tienes absolutamente nada que hacer y buscas la manera en estar siempre arriba, te pierdes y te fatigas cuando el verdadero sentido real de las cosas esta en un balance...

Eclesiastés 3:1-8 nos recuerda que todo tiene su tiempo y hora.
Para todo hay una temporada, y un tiempo para cada cosa bajo el cielo: un tiempo para nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y un tiempo para sanar; un tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; un tiempo para llorar, y tiempo de bailar, un tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; ...

Así que andad como sabio y no como necios esperando a las cosas que son de arriba y no de abajo en toda sabiduría e inteligencia para que sean llenos de toda paz y paciencia en el espíritu.

viernes, 14 de enero de 2011

Fe


La oración eficaz de un creyente proviene de una vida entregada a la voluntad y el amor de Dios. No conforme a lo que nos esforcemos por hacer cuando estamos orando, sino a lo que hacemos y somos cuando no estamos orando.

Después que Jesús llamó a sus discípulos, les dio su primera enseñanza pública en el Sermón del Monte. Allí les expuso el reino de Dios, sus leyes y su vida. En este reino, Dios no solo es Rey, sino también es Padre. La primera cosa que el Señor enseña a sus discípulos es que deben tener un lugar secreto para la oración; un lugar donde puedan estar a solas con Dios. La completa separación de todo lo que nos rodea nos ayudará a que nuestro espíritu llegue a ponerse en contacto con el Invisible...Y así seremos enseñados en la oración eficaz.

Marcos 11:24-25 “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”.

El mismo Jesús enseñó: "y cuando estuviereis orando, perdonad…”, estas palabras siguen inmediatamente después de la gran promesa con respecto a la oración en el versículo 24: "Y todo lo que pidiereis orando creed que lo recibiréis, y os vendrá" y las palabras que preceden a esta promesa son: "tened fe en Dios…" esto nos enseña que en la oración todo depende de que nuestra relación con Dios sea una relación auténtica, estas palabras que le siguen nos recuerdan que nuestra relación con nuestros semejantes tiene que ser auténtica también.

El amor a Dios y el amor a nuestro prójimo, son inseparables, la oración que se levanta de un corazón que no está bien con Dios por una parte, o con los hombres por la otra, carece de poder. La desobediencia a la ley del amor a los hombres puede ser el gran pecado aún en la gente de oración y la gran causa de la debilidad de su oración.

Esto, no es solamente cuando sabes que hay algo que está mal entre tu prójimo y tú sino también la costumbre que se tiene de pensar mal y juzgar a los demás; Los pensamientos y las palabras sin amor que permitimos que pasen sin darles importancia, todo esto influye negativamente en la eficacia de nuestra oración.

LA ORACIÒN EFICAZ DE UN CREYENTE PROVIENE DE UNA VIDA ENTREGADA A LA VOLUNTAD Y EL AMOR DE DIOS. NO CONFORME A LO QUE NOS ESFORCEMOS POR HACER CUANDO ESTAMOS ORANDO, SINO CONFORME A LO QUE HACEMOS Y SOMOS CUANDO NO ESTAMOS ORANDO.

Es un todo, nuestra comunión con Dios, la promesa y sus condiciones son inseparables. Si nosotros cumplimos las condiciones, Él cumple la promesa. “Si permaneciereis en mí y mis palabras permanecieren en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.” (Juan 15:7) En oración nosotros pedimos todo lo que queremos pero esto tiene una simple condición: " Si permaneciereis en Mi…"“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Juan 15:10) ¿Por qué esta condición? Porque con el hecho de permanecer en Él no sólo hacemos Su voluntad, sino que guiados por su Santo Espíritu también pedimos de acuerdo a Su voluntad lo cual nos puede garantizar una respuesta afirmativa a nuestra oración.


De esta manera si tú has pedido, tienes fe y vives de acuerdo a Su voluntad, ten la certeza de que la respuesta vendrá en su momento justo, ya que como también sabemos, que con fe y paciencia se esperan las promesas.